En estos tiempos económicos tan difíciles (oh Dios..., estamos usando la misma frase que todo el mundo) es muy probable que alguien que conozcas (y que posiblemente quieras bien) venga a pedirte dinero. Y por supuesto, siempre existe la posibilidad de que la deuda que ese amigo o familiar tenga contigo termine en la ruptura de vuestra relación. Por lo menos eso era lo más probable hasta que llegó "Prestamigo".
En cualquier caso, si para ayudar a tu amigo tú mismo tienes que incurrir en deuda o vender activos que sientes debieras conservar, pues lo mejor es qaue no hagas el préstamo. El primer paso siempre será estar convencido de que, en última instancia, puedes permitirte perder ese dinero, pues incluso con la ayuda de "PrestAmigo" siempre puedes terminar arrepintiéndote de haber prestado esa plata.
La Revista Money reporta que el 27% de aquellos que prestan dinero a parientes y amigos nunca lo recuperan, y que el 43% nunca llega a recibir el total del adeudo. Estas estadísticas confirman que debes ayudar sólo hasta donde te sientas seguro de no sufrir demasiado con las posibles consecuencias..., pero si decides, o te ves obligado a hacer el préstamos, entonces los más aconsejable es que te protejas utilizando alguno de los servicios de "PrestAmigo". Nosotros no podemos garantizarte (nadie podría) que vas a recuperar todo tu dinero, pero la posibilidad de que lo logres se incrementa muchas veces con nuestra intervención.