Muchas veces nos quejamos de que necesitamos dinero y no conseguimos que alguien nos preste. Lo más fácil en esos casos es culpar a los bancos, o a los amigos y familiares que no confían en nosotros. Sin embargo, el único responsable de que no nos presten somos nosotros mismos.
Sí, así es: el problema es nuestro, pues no nos preparamos adecuadamente antes de pedir dinero. Veamos una lista rápida de cosas que debes hacer antes de ir por tu préstamo:
1. DETERMINAR LA NECESIDAD
Debes comenzar por hacer un análisis muy sincero (a fin de cuentas este paso es exclusivo para tí) de tus necesidades y posibilidades. ¿Realmente necesitas el dinero? Si respondes que sí, si estás convencido o convencida de que sí necesitas el dinero, la segunda pregunta es: ¿No existe otra vía para conseguirlo que no sea a través de un préstamo? La respuesta a esta pregunta es muy importante, con frecuencia nos asombramos de la cantidad de vías y caminos que tenemos para conseguir ese dinero sin acudir a un préstamo -podemos vender algo que tenemos y no necesitamos tanto, tomar un segundo trabajo a tiempo parcial, trabajar horas extras o ofrecer nuestros servicios a un amigo o vecino, etc... Si por el contrario, tu respuesta es que no hay otra vía, pues eso te dará mucha más fuerza para argumentar tu caso y para dar la cara a las personas que podrían solucionar tu problema de dinero.
Lo primero es que estés convencido de que necesitas el dinero, pero eso no basta. Tienes que convencer a las demás personas, que tienen que ver tu solicitud no como un abuso de confianza o un capricho de tu parte, sino como una decisión consciente para dar un paso necesario en tu vida (aún si se trata de unas vacaciones en el Caribe -todos tenemos derecho y necesidad de descansar alguna vez) o si es para comprarte unos zapatos de moda (todos tenemos derecho a querer lucir bien, y lograrlo nos puede traer cosas buenas)... Lo importante es seguir siendo sinceros y ser capaces de encontrar y exponer 3-4 razones claras y convincentes de por qué se requiere el dinero.
3. FUNDAMENTAR EL USO DEL DINERO
Se trata de ir más allá de "préstame $100 para comprarme esos hermosos zapatos" o "préstame $10,000 dólares para poner un negocio". Si se trata de los zapatos que te pueden ayudar a conseguir un mejor trabajo, o a que esa persona tan importante se fije en tí, pues el valor de ese préstamo indudablemente va más allá de un simple par de zapatos nuevos... Y si es para un negocio, pues debes tener un Plan de Negocios bien fundamentado, aunque sea sencillo, pero debe contemplar las etepas de tu proyecto, sus objetivos y metas fundamentales, el concepto del producto con el análisis de la competencia y los canales de distribución, tu estrategia de precios y cómo piensas manejar los recursos dentro de un mercado muy cambiante y lleno de diferentes alternativas, de las que no todas se pueden prever.
4. DEFINIR Y FUNDAMENTAR CÓMO LO REGRESARAS
Todo lo anterior está muy bien, pero quien te va a prestar el dinero quiere saber cómo piensas devolverlo y si ese pensamiento tuyo se basa en suposiciones y sueños, o en realidades y proyecciones. Si vas a pagar con tu salario, es preferible negociar varios plazos realistas que prometer algo que no vas a poder cumplir porque no ganas lo suficiente: las personas no son tontas y sacan esas cuentas muy facilmente. Si para pagar tienes que esperar a que el negocio ccrezca y de frutos, entonces tu Plan de Negocios debe contemplar diferentes escenarios, y la persona o institución que te presta debe convencerse de que incluso en el peor de los esscenarios podrá recuperar su dinero.
Aplica estos cuatro sencillos pasos de manera creativa, pero en todos los casos, aaún si se trata de pedir dinero a tus padres o a tu mejor amigo... lo que puede variar es la formalidad de tu presentación, pero la esencia es la misma para todos: el dinero es de ellos y la forma de conseguirlo es haciendo las cosas con el respeto y la seriedad que el acto de pedir dinero prestado amerita.
Cuando lo hagas, cuéntanos tus experiencias por favor, y así estarás aayudando a otros.
